VIAJES Y PENSAMIENTOS DE UNA GOTA DE AGUA

31 de agosto de 2007

Había una vez una gota de agua que quería viajar, y todo lo aprovechaba para moverse en el mar donde vivía. Viajaba con las olas, en la superficie del mar, y con las corrientes submarinas, para conocer hasta lo más hondo.
Un día fue hasta la mismísima boca del río que terminaba en el mar, y aprovechando la marea, que es un movimiento de vaivén del mar subió río arriba. Cuando la marea bajó, volvió al mar.
Pero viajes más largos esperaban aun a nuestra gota de agua, pues un día el calor del sol la evaporó, esto es, la convirtió en vapor de agua, y así fue subiendo por el aire hasta que se encontró en una nube. Allí descubrió que las nueves están hechas de agua y que se mueven en el aire impulsadas por el viento.
La gota de agua siguió viajando con muchas otras nubes hasta que llego a un lugar con montañas muy altas. Y como allí era invierno, un día bajo a la tierra en forma de copo de nieve. Nevó mucho ese día y las montañas quedaron cubiertas de nieve.
La nieve se amontonó tanto en una rama de un pino que la hizo doblar. Continuó nevando hasta que de la rama cayo un montón de nieve que siguió cuesta abajo formando una pequeña avalancha que se detuvo contra una roca. Hacía tanto frío que la nieve se congelo, o sea se hizo hielo y la gota de agua paso todo el invierno sin poder viajar.
Pero cuando vino la primavera aprovecho que el sol calentaba lo bastante como para derretir el hielo y la derritió, volviendo así a ser agua que corre. Y corre que te corre, corrió montaña abajo. Era tanta el agua que bajaba que formo un río, y el río desemboco en un lago muy grande donde el viento formaba olas.
Otra vez a moverse con las olas y a recorrerlo todo el centro del lago, y las orillas, hasta que descubrió que el lago se continuaba con otro río más grande que el anterior, y donde las aguas iban mas despacio.
La gota de agua esta muy asombrada de todo lo que había conocido y de todos los cambios que había tenido. De gota había pasado a ser vapor de agua; también había sido nieve y después hielo, y más tarde otra vez gota de agua. Y lo que más le asombraba era que a pesar de tanto cambio, siempre había continuado siendo agua. Además recordaba el día aquel cuando un rayo de sol se abrió paso entre las nubes, mientras llovía, y se formo un arco iris con todos los colores.
La gota de agua pensó que la próxima vez que fuese nube bajaría a la tierra en forma de lluvia, y mojaría las hojas de los árboles, y las ramas, y también la tierra para que los árboles y las plantas continuaran creciendo.
De pronto comprendió que sus viajes eran necesarios, que tenia que haber agua en la tierra, y que debía viajar continuamente y estar hoy en el mar con los peces, y mañana ser nube para convertirse en lluvia y regar la tierra.
La gota de agua decidió que siempre viajaría. “Esta es mi tarea”, pensó, “y la cumpliré”.

Autor: José W. Boqué,
Extraído de la Revista “El Mensaje de la Cruz” Volumen 17 Nº 3
Juñio-Agosto-Setiembre de 1993

Este cuento es una joya de la sabiduría cristiana y al releerlo otra vez, no puedo dejar de pensar en como nos paramos ante la vida. Podremos pasar por muchas situaciones, algunas mas complicadas que otras, pero nunca olvidemos quienes somos. Hay que aprovechar de cada episodio que nos toca vivir, para enriquecernos espiritualmente....lo demás son solo brillos y papelitos de colores. ¡Despierta la vida es un viaje, que no te la cuenten, vivela!

No quiero tirar mas palabras para no estropear el mensaje que tiene reservado para ti, este cuento, que lo disfrutes.

NOTA:

Este articulo lo encontré en la revista cristiana arriba citada, y oficiando de marcador, estaba una tarjeta de mi amigo Víctor Fernando que decía: “Todos los caminos son mágicos sin nos llevan a nuestros sueños”.
Gracias Negro por volver a recordarme una vez más las cosas importantes de la vida.

MI VIDA ES UNA MONEDA...

10 de agosto de 2007

A lo largo de mi vida he cultivado uno o varios hobbies, algunos con mas intensidad que otros, según mis tiempos, posibilidades y gustos. Tener un hobby insume tiempo y costos, el desafío está en el grado de perseverancia que hay que tener con estos pasatiempos. Por eso, hay hobbies que son para toda la vida o para una etapa en particular.
Unos dirán que es una perdida de tiempo, otros una evasión y hay quienes pensamos que es una actividad que nos permite expresarnos, cultivarnos y relacionarnos de una manera muy saludable.
He coleccionado revistas, como “Conan el bárbaro”, “Estrellas Deportivas”, juguetes que sobrevivieron a mi niñez, maquetas de fuscas, discos de pasta de Credence, Deep Purple, América; CD de Enya, Lorena Mc Kennitt, hasta una colección de tangos...pero hay una colección que jamás he abandonado y a la cual debería prestarle mayor atención, la NUMISMÁTICA.
Si, soy coleccionista de monedas, desde los ocho años, todo empezó un día cuando por iniciativa propia junté todas las monedas viejas de mi casa y las puse en una caja de madera, era mi tesoro decía, la guardaba debajo de la cama, como si nadie lo supiera.
Quizás todo hubiera terminado allí, en un juego de niños sino fuera que un día me llevaron a la feria de Tristán Narvaja. Ahi, vi asombrado como algunos puesteros tenían monedas como las mías, ordenadas, clasificadas por países. Asi aprendí a clasificarlas y ordenarlas. Ese día, mi madre compró unas monedas peruanas para hacerse una pulsera y para mí unas monedas griegas, una, en su cara había una lechuza y en la otra un ave fénix, estaba feliz, eran mis primeras monedas extranjeras.
Con el tiempo las monedas peruanas también pasaron a mi propiedad ante la mi perseverante insistencia. Para ese entonces era mi “caja cambiara”, porque ya no era mi “tesoro”, jugaba a que tenía un “cambio” o un mini banco. Si, las historietas de Mc Pato me pegaron mal y pensar que no me dejaban leer al Monje Loco porque creían que podría producirme pesadillas.
Después de un tiempo, en la familia todos sabían que coleccionaba monedas, por eso, mi abuela cada vez que viajaba a Buenos Aires, así como mis tíos venían de visita del vecino país, me regalaban monedas. A partir de entonces mi colección de monedas argentinas quedaron ligadas para siempre a mi abuela y a mis tíos “porteños”. Cuando mi primo Miguel se recibió de alférez de la armada, en su viaje de graduación visitó distintos países y a su regreso, me entregó monedas de los países donde estuvo: Alemania, Austria, Francia, España, Panamá, entre otros que atesoro desde entonces.
En el Maturana conocí a otros colegas con quienes aprendimos el arte del trueque y la negociación, por eso, al mirar las monedas finlandesas recuerdo con cariño al “galleguito” Conde, un gran compañero de clase. ¡Y pensar que los curas creían que este gordito era mas bueno que lassie atado!
Y conjuntamente con mi pasión por estas “chapitas o brillos”, creció mi gusto por la Feria de Tristan Narvaja a la que supe frecuentar domingo a domingo como si fuera un precepto religioso... y mira que sé de lo que te hablo cuando digo esto, pecador.
Cuando toco una moneda de mi colección, me habla, me recuerda hechos de mi vida, como aquella moneda de plata de mil pesos. Aun vivíamos en Jacinto Vera, cuando la conseguimos. Una almacenera amiga de Mamá se la reservó especialmente para ella. Se la dio sigilosamente, sin despertar sospechas, yo fui complice de aquella secreta transacción. Tal vez allí aprendi que a veces conviene ser discreto en los negocios, je.
Al mirar algunas monedas de los países medio oriente, como billetes de Iran tambien, o las monedas emitidas por España al disputarse el mundial de 1982, siento un especial agradecimiento hacia Mariela y su familia que enriquecieron mi colección.desinteresadamente.
Parecería que, con cada moneda que ingresa a mi colección entra también la situación y/o la persona que me la entrego, así cuando vea mis monedas lituanas aparecerán la imagen de mis amigos Mario y Samy.
Mi colección no tiene monedas costosas (aunque me gustaría), pero cada una de ella tiene una historia que contar, no solo de su país o en la situación en que fueron emitidas, sino que mágicamente están asociadas a mi historia personal, sobretodo a ese niño que fui, por eso, mis monedas son mi valioso tesoro en definitiva.
Aun sueño con tener aunque sea una moneda de cada país del mundo y completar la colección de Uruguay, las que me faltan justamente son las mas caras pero no renuncio con cumplir con tales objetivos, los mismos que me fijé allá en un domingo de 1974 en la popular Feria de Tristán Narvaja.
Cuanta razón tiene el flaco Baglietto cuando canta “mi vida es una moneda.. .”