CRONICAS DE ORLANDO II: ARABIAN NIGHTS

26 de julio de 2009


Otro lugar interesante que visitamos fue ARABIAN NIGHTS, muy parecido en la infraestructura de “Medieval Times”, salvo que la cena show gira en torno a una representación árabe, más una exhibición de acrobacia con caballos.

De entrada visitamos la arena donde se desarrollaría a posteriori el espectáculo, nos sacamos fotos con los artistas del show y los caballos que estoicos se bancaron que lo acariciaran miles de manos desconocidas. Luego pasamos a los establos donde estaban los demás caballos del elenco, lo cuales recomendaban no tocar, viste como son los artistas, dos flash, tres aplausos y ya se marean con la fama.

La representación comienza con una chica de una tribu nómada que se le revela que es una princesa que ha permanecido oculta para salvaguardarla de un ser maligno que quiere desposarse con ella. No, no era el barbudo del turbante, aunque quien sabe, tal vez trabaje allí con identidad cambiada gracias aun pacto con el gobierno americano… perdón, ya me puse paranoico con esto de las conspiraciones y contra-conspiraciones, si ya lo sé, tengo que superar la partida del agente F-86 de este mundo. No es fácil.

Bueno siguiendo con la trama, para su protección, la princesa recibirá la ayuda de una simpática genio, que más de uno cuando la vio, le vinieron ganas de frotar la lámpara de esa genio para vaya saber que deseos pedirle…

Todo consistía en las acrobacias bastantes buenas de los jinetes sobre los caballos, había un flaco que hacía cualquier pirueta sobre el caballo, un genio realmente.

La cena era consistía en una ensalada y carne, muy sabrosas por cierto, pero al igual que el otro espectáculo, el menú era muy limitado.

Siguiendo con el espectáculo, el fin era el previsto, el malo vuelve a reclamar la mano de la princesa de pesado y le va peor que a Peñarol en su reclamo ante la AUF por los puntos, “comiendo” con el muchachito bueno que no arrugo por más voz ronca y efectos especiales desplegó.

La otra fase del espectáculo da a lugar con la aparición de un caballo pintado con símbolos indios, o al menos eso me pareció a mí, en donde hablaban del espíritu de la libertad y allí se me pasó una idea, no, no creo que hagan eso, no pueden ser tan sensibleros estos gringos… ¿será?... Y como no podía faltar en todo espectáculo que se considere Yankee, entró un jinete con la bandera americana flameando, ganándose el aplauso de toda la gringada, solo faltó que cantaran el himno.

Aunque tal vez, pensándolo de otro lado, haya sido una forma de aclarar por parte de los actores que son bien Norteamericanos y no árabes, no sea cosa que haya una redada de la CIA y terminen haciendo ese espectáculo en Guantánamo.

Detrás del abanderado, entraron unos cow-boys haciendo gala de sus habilidades de jinetes, con música country de fondo, algunos temas eran de Shania Twain y eso me gusto más.

A la salida, nos topamos con la tienda de recuerdos, donde había muchas figuras de caballos, unicornios, no los cuadros terrajas que venden en las ferias de barrios, remeras, vasitos, etc etc…

En definitiva un lindo espectáculo para disfrutar en familia.

CRONICAS DE ORLANDO: I MEDIEVAL TIMES

19 de julio de 2009

En nuestro viaje a Orlando, fuimos a cenar a un lugar muy interesante, llamado “Medieval Times”. Todo el negocio está montado sobre representaciones de justas medievales. El edificio es un castillo, grande como una cuadra aproximadamente. Adentro todo esta ambientando como en un castillo medieval, mobiliario de época, armaduras, etc.…

Entramos a un recinto dividido en tribunas de colores, aproximadamente unas ocho. Cada color representa a un caballero, el cual la tribuna lo alentará sin tirarle botellas u otros objetos a los demás contrincantes, bajo pena de dejarte sin cenar.

A nosotros nos tocó hinchar por el caballero verde, el malo de la película, traicionero como cuzquito garronero, pudo haber sido peor, había uno amarillo y negro…

También aparecía el rey ofreciendo al ganador no solo la gloria, sino la mano se su hija la princesa que no puede faltar en toda contienda medieval. Para mi gusto con la voz chillona que tenía, la hubiera hecho ajusticiar en el acto, quizas tenia otras virtudes, pero no quise entrar en detalles.

Nos sentamos, en unas especies de gradas con mesas, luego de pedirle permiso a un gringo con cara de bull dog, igualito a esos campesinos xenófobos que salen en las películas amenazando a los nuevos del pueblo. Refunfuñando el camisa de mantel, nos dio el paso.

Una de las características de esta cena show, es que no hay cubiertos, comes con la mano, como en los tiempos medievales, no será muy fino (por eso gente chic abstenerse de visitar este lugar), pero que levante la mano quien no se comió una pata de pollo con la mano alguna vez.

El primer plato fue una rica sopa de tomates, muy deliciosa, el plato era de aluminio y tenia un mango en unos de los extremos. Mientras degustaba de la misma, los caballeros obsequiaban rosas a las mujeres de la tribuna y participaban de exhibiciones de destrezas a caballo.

Teníamos canilla libre de bebidas, te veían la jarra de Coca media vacía y la llenaba enseguida, una genia la moza que nos toco.

La segunda entrada fue un pollo bien cocido, tierno, no tenias que hacer fuerza para sacar la carne del hueso, delicioso.

Lo criticable quizás haya sido el menú que estaba ceñido a dos o tres variantes nadas más.

¿La justa? La gano el príncipe, bah, estaba todo arreglado por el “Reynaldo”, sin dudas, mira si le iba a entregar la nena a ese caballero verde, que pinta de ecologista no tenía, Valor. El pobre caballero verde marcho en las finales como Nacional, pero cumplió, al caballero aurinegro se lo comió en dos panes, hecho que grite como un gol del Nico Lodeiro, ante los desconcertados yanquis.

En nuestro camino de retirada, pasamos por la tienda de compras, de todo había relacionado siempre con el tema medieval, quede encantado con una espada templaria que ni te cuento, ideal para sacar corriendo a los infieles que osan perturbar mi descanso de fin de semana.

El show, me gusto, fue algo distinto a lo que uno esta acostumbrado ver y como todo uruguayo que sale al exterior y ve algo nuevo, me pregunte si caminaría allá en su país un espectáculo así.

CRONICAS DE MIAMI V: LA ROPA

12 de julio de 2009

Otro aspecto que me llamo la atención de la gente que vive en Miami, fue como visten. Por lo general se visten muy bien, salvo algunas excepciones que siempre las hay.
Por lo que he visto, la mayoría de las personas por más humildes que fueran, se vestían prolijamente, combinando colores, nada de vaqueros sucios o desgastados, se notaba que cuidan su aspecto a la hora de salir a la calle.
Además cabe resaltar que, justo llegamos en liquidación de temporada y las oportunidades que vimos ahí, no lo ves ni en la noche de los descuentos del IVA y ni en el día del centro juntos. Había prendas de muy buena calidad que tenían descuentos hasta un 70 %.
Por otro lado, entrabas a cualquier tienda y tenían todos los talles, absolutamente todos. Los XL eran XL, no como aca que parecen que encogieran.
No tenías que soportar a las descerebradas de las vendedoras mirándote con cara de asco y diciéndote con tono sobrador que talle para vos no tienen.
Y si llegas a encontrar talle para vos, la ropa tiene menos forma que una bolsa de papas y ni hablar de los colores, solo negro. Es muy monocromática la vida de los excedidos de peso por esta zona.
En cambio, en las grandes tiendas Miami, encontras no solamente todos los talles, sino que están bien hechas y en todas las gamas de colores. Y la variedad es increíble. La ropa no es la misma en una tienda que en otra.
Para resaltar lo que les cuento, les digo que entre a una tienda con Mariela y mientras ella se probaba ropa descontroladamente, algo me llamo la atención, los maniquies, no es que tenga un perfil fetichista, sino que me di cuenta que sus formas eran gruesas, “rellenitas” diría mi vieja. Nada que ver con esos maniquies anoréxicos que ves en los shopping criollos. Hasta esos detalles cuidan.
Pantalones que acá no conseguía, allá los encontré a la mitad de precio. Ni hablar, me vestí de pies a cabeza. Esa oportunidad no la iba a dejar pasar. Si algún día regreso, voy con lo que llevo puesto.
Otro aspecto a resaltar, era al entrar a una tienda, podías hacerlo con bolsos y no te decían nada, pero había si, cámaras de circuito cerrado. El guardia de seguridad no te seguía mirándote como sospechoso, ni jugaba con la radio con sus compañeros marcando eventuales sospechosos. Podías probarte la ropa sin que el vendedor te este apurando simpáticamente para concretar la venta ya.
Había muchas ofertas, interesantes como de un 40% a un 70%, hasta la ropa made in China era de buena calidad, lo que confirmo mi teoría que solo lo “berreta” llega a estas latitudes.
Hoy miraba unos championes (bah, zapatillas) que vendía un conocido supermercado del medio y eran baratas si….y ordinarias también. Me acorde que por el mismo precio adquirías en un Marshall unas zapatillas de cuero con suela de goma.
Es que, el comerciante uruguayo le quiere sacar el máximo de ganancia invirtiendo lo menos posible y ahí le erra feo. Yo no pagaría ni en pedo $ 2500 o mas, por un par de zapatillas, así sean Nike o Puma, o tengan cordones de oro.
Si bien hay tiendas caras y exclusivas, según mis pesquisas, el sueldo allá permite armarse un lindo vestuario, porque los precios están marcados por el sentido común y no por la avaricia. Esto te permite vestirte con lo que te gusta y no según otras limitaciones.

CRONICAS DE MIAMI IV: LA COMIDA

5 de julio de 2009

Hasta ahora les he venido contando las cosas que me han impresionado positivamente de mi viaje a Miami. Pero ahora me toca comentar un aspecto negativo, las comidas.

Vi mucha gente obesa e hiper-obesa, realmente es una epidemia la que tienen allá de sobrepeso y una de las causas principales es la clase de comida que consumen.

Una mañana fuimos a desayunar a un Starbucks café y pedimos un vaso grande de café sin prestar atención a los tamaños de los envases, resulta que me sirvieron un vaso de una altura de 20 cm aproximadamente y lleno hasta el borde...el resultado fue una sobredosis de cafeína, pase todo el día con los ojos que parecían el 2 de oro.

Todo era así de exagerado, con las bebidas igual, un vaso inmenso en el que cabria mas o menos 900 cc, es mas, el agua sin gas era mas cara que las bebidas colas, en algunos lugares de comidas tenias canilla libre de bebidas, si el sueño del pibe, tomar Coca Cola hasta reventar..

En otra ocasión pedimos unos panqueques y cuando recibimos la porción individual, era como para dos personas, solo con ver la mermelada cayendo entre los panqueques, me empalague, no pudimos terminar de comerla y eso que soy mas voraz que cien pirañas juntas, pero allá di lástima, patética actuación la mía, Uruguay ante su ultimo partido ante Brasil hizo un papel más digno que el mío, con eso te dije todo.

La carne la bañan en todo tipo de salsas, algunas demasiado picantes, la fritura, la comida chatarra esta a la orden del día. Por lo que he visto, allá es más práctico comer en lugares de comida rápida que cocinarse. Ganas tiempo, es barata, pero perdes calidad de vida según mi modesto entender.

Las frutas no tenían gusto, no sabían a nada, era una sensación extraña comerlas, era como si comieras cubitos de gelatina sin gusto. Los jugos demasiado dulces por lo general, te dejaban con mas sed aun, por eso, llego un momento que extrañe la querida agua Salus. Cualquier agua mineral de nuestro país, les da mil vueltas a las de allá y no me preguntes por que, porque el agua sabe o debería saber igual en todas partes del mundo, pero yo al agua nuestra no la cambio por nada.

Comida buena había si. Dos restaurantes que visitamos, una cantina cubana y el Cheesecake Factory, la comida era realmente deliciosa y buena. En la Cantina Cubana, el lugar era sencillo pero bonito, la atención muy buena y la comida era muy deliciosa. Un lindo lugar par almorzar .La Cheesecake Factory, un hermoso restaurante con decorados inspirados en la toscana italiala, buena comida y atención, ideal para ir a cenar.

Pero para comer todos los días, tenías que buscar, recién en los últimos días encontramos un lugar muy parecido a los supermercados criollos donde vendían comida sana por así decirlo, los precios eran un poco más caros también.

En el último día, los primos de Marie, nos despidieron con comida casera, no saben, un manjar de los dioses, un placer comer aquello cocinado sanamente y con cariño.

Para mí digan lo que quieran, pero como la comida casera no hay.