LA HISTORIA DETRAS DEL OMNIBUS ALCANCIA

20 de agosto de 2010

Afectado por el mes de la nostalgia, reparé en el ómnibus alcancía estacionado en la estantería, testigo fiel de mi infancia. Era niño cuando un amigo de mi padre nos lo obsequió a mi hermano y a mí, tal vez con la intención de enseñarnos que el ahorro es la base la felicidad, pero sospecho que fue una forma subliminar de decirnos que la plata es como el 104 nunca viene.
En contadas ocasiones me topé con estas unidades reales aun circulando pero nunca imaginé la historia que había detrás de ellos hasta hoy.
En 1954, el banco Trasatlántico pone en práctica una idea muy interesante para aquellos tiempos. Llevar el banco a la casa y/o a la empresa de sus clientes, la finalidad era la misma que las operaciones electrónicas que hoy efectuamos desde la comodidad de nuestro hogar y/o oficina, salvando las distancias temporales y tecnológicas.
Para llevar a cabo este plan, esta extinta institución bancaria, puso en la calle una flota de 5 buses adaptados para cumplir funciones bancarias y recorría los barrios montevideanos y las ciudades del interior.
Estas unidades de origen alemán, poseían un motor Maguirus Deutz y carrocería NWF, también el Banco Republica se sumó a la idea, con un ómnibus Mercedes Benz.
Con el cierre del Banco Trasatlántico, allá por 1963, el destino de estos “bancos móviles” fue incierto. En la actualidad sobreviven dos unidades. Uno bastante deteriorado por el balneario Santa Ana y otro con mejor suerte, convertido en casa rodante. Agradezco a Italo por el material prestado.

2 comentarios:

Mariolo dijo...

Pahhh ... esto si es Nostalgia pura.

No conocía la historia de este sistema del banco.

Excelente recuerdo y buena info

pelado1961 dijo...

No tenía idea de que esas alcancías respondían a algo que existió en realidad, un banco-bus.
Buena historia, linda nostalgia.