EL SABALERO UN GRANDE ENTRE LOS GRANDES

21 de octubre de 2010

Quede atonito, la noticia de la muerte del Sabalero me abofeteo la cara una y otra vez hasta darme hacerme caer en la realidad. Aquel artista cuyos temas disfrute porque nacian de una vivencia, no un producto comercial. Vaya pues este humilde homenaje a este ARTISTA con mayusculas.

Bibi Aisha, del horror a la esperanza

14 de octubre de 2010

Su marido y la familia de éste le cortaron la nariz y las orejas con 19 años y la abandonaron en las montañas. Fue el final de una serie de injusticias a las que se vio sometida Bibi Aisha, una afgana que de niña fue entregada en matrimonio a un talibán cuya familia abusó de ella durante cuatro largos años. El imperdonable desplante que supuso que Aisha tratara de escapar fue duramente castigado con mutilaciones en el rostro. Ahora, la joven y hermosa Aisha ha posado en California con una prótesis de nariz que ha devuelto la normalidad a su cara. Al menos hasta que termine la reconstrucción a la que se verá sometida gracias a la Fundación Grossman Burn, que ha asumirá los costes de su operación. La brutal historia de Bibi Aisha conmovió a los editores de la revista Time, y la joven afgana del rostro mutilado se convirtió en portada de la prestigiosa publicación. Esta imagen, obra de la fotógrafa Jodi Bieber, ilustró un número a favor de las tropas de EEUU en Afganistán titulado: "Que pasaría si dejamos Afganistán". La fundación Grossman Burn pagará y llevará a cabo la cirugía de Aisha. Este grupo está especializado en operaciones de reconstrucción de personas quemadas. El ejemplo más sonado fue el de Zubaida Hasan, niña afgana que fue quemada a los 9 años. El doctor Peter Grossman y su mujer Rebecca Grossman se hicieron cargo de ella y llevaron a cabo 13 operaciones de reconstrucción que consiguieron lo que parecía imposible, conseguir que el físico no se convirtiera en un problema para la joven.
Articulo extraido de 26 noticias 14/10/2010 edicion digital.

No hay nada que celebrar...

11 de octubre de 2010


33 FERIA DE LIBRO

7 de octubre de 2010

Aprovechando que el día parece mas largo con el cambio de horario, decidí darme una vuelta por la 33 Feria del Libro que esta sobre la explanada de la Intendencia de Montevideo.

De entrada me tope con el puesto de las “carisimas” hermanas Paulinas, con sus clásicas tarjetitas que a más de uno sacó de un apuro. Lo que me llamo la atención fue un libro sobre Monseñor Jacinto Vera, un obispo con la sotana bien puesta.

Seguí mi peregrinaje a ritmo lento, sin apuro entre los stands de diferentes editoriales y debo confesar que había buenos títulos, sobretodo algunos de psicología. Estaban algunos libros de la extinta editorial Roca Viva que tanto me ayudaron aclarar ideas sobre algunas temáticas abordadas en facultad.

El puesto del centro de publicaciones de la UDELAR me decepcionó pensaba encontrar mas títulos pero no, solo unos pocos, como para cumplir.

Sobre un costado estaba el puesto de libros de Irán, la literatura de tinte religioso, allí estaba el Corán como recordándome una cita de lectura pendiente, pero indiferente seguí de largo, es que no me puedo olvidar de Sakineh Mohammadi Hastían y de otras tantas mujeres reducidas a objetos, una muestra de lo brutal que puede ser una ideología fundamentalista, sea del signo que sea.

Casualmente, en el otro extremo estaba el stand de Israel, casi todo en hebreo salvo unos pocos títulos en español, en fin, atractivo si sos de la “colectividad” supongo.

Los libros de los barrios, junto con unos libros inmensos de fotos de Montevideo atraparon mi interés por un momento, los hojee un rato y seguí mi camino.

Había puestos para los más pequeños, una madre a mi lado rezongaba con su hija porque había tomado un libro sin su consentimiento y no lo quería largar, enojada la nena fue a mostrárselo a su padre en un último intento de quedárselo para sí. ¿Quién no hizo lo mismo a sus padres?

Algunas gangas encontrabas revisando la mesa de ofertas de varios puestos, como librería Pocho y Del Virrey entre otras que mi mente no retuvo.

Me quede con ganas de comprarme “El Pofeta Imperfecto” de Fernando Butazzoni, pero no faltará oportunidad de adquirirlo más adelante.

Personalmente, esta feria del libro estuvo mejor que la anterior, pero no me sorprendió, me pareció “más de lo mismo” y faltaron editoriales importantes según mis gustos.

No sé, será el olor a torta fritas, o la posibilidad de regatear el precio, me sigo quedando con mi vieja y querida Feria de Tristán Narvaja.