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CRONICAS DE MIAMI V: LA ROPA

12 de julio de 2009

Otro aspecto que me llamo la atención de la gente que vive en Miami, fue como visten. Por lo general se visten muy bien, salvo algunas excepciones que siempre las hay.
Por lo que he visto, la mayoría de las personas por más humildes que fueran, se vestían prolijamente, combinando colores, nada de vaqueros sucios o desgastados, se notaba que cuidan su aspecto a la hora de salir a la calle.
Además cabe resaltar que, justo llegamos en liquidación de temporada y las oportunidades que vimos ahí, no lo ves ni en la noche de los descuentos del IVA y ni en el día del centro juntos. Había prendas de muy buena calidad que tenían descuentos hasta un 70 %.
Por otro lado, entrabas a cualquier tienda y tenían todos los talles, absolutamente todos. Los XL eran XL, no como aca que parecen que encogieran.
No tenías que soportar a las descerebradas de las vendedoras mirándote con cara de asco y diciéndote con tono sobrador que talle para vos no tienen.
Y si llegas a encontrar talle para vos, la ropa tiene menos forma que una bolsa de papas y ni hablar de los colores, solo negro. Es muy monocromática la vida de los excedidos de peso por esta zona.
En cambio, en las grandes tiendas Miami, encontras no solamente todos los talles, sino que están bien hechas y en todas las gamas de colores. Y la variedad es increíble. La ropa no es la misma en una tienda que en otra.
Para resaltar lo que les cuento, les digo que entre a una tienda con Mariela y mientras ella se probaba ropa descontroladamente, algo me llamo la atención, los maniquies, no es que tenga un perfil fetichista, sino que me di cuenta que sus formas eran gruesas, “rellenitas” diría mi vieja. Nada que ver con esos maniquies anoréxicos que ves en los shopping criollos. Hasta esos detalles cuidan.
Pantalones que acá no conseguía, allá los encontré a la mitad de precio. Ni hablar, me vestí de pies a cabeza. Esa oportunidad no la iba a dejar pasar. Si algún día regreso, voy con lo que llevo puesto.
Otro aspecto a resaltar, era al entrar a una tienda, podías hacerlo con bolsos y no te decían nada, pero había si, cámaras de circuito cerrado. El guardia de seguridad no te seguía mirándote como sospechoso, ni jugaba con la radio con sus compañeros marcando eventuales sospechosos. Podías probarte la ropa sin que el vendedor te este apurando simpáticamente para concretar la venta ya.
Había muchas ofertas, interesantes como de un 40% a un 70%, hasta la ropa made in China era de buena calidad, lo que confirmo mi teoría que solo lo “berreta” llega a estas latitudes.
Hoy miraba unos championes (bah, zapatillas) que vendía un conocido supermercado del medio y eran baratas si….y ordinarias también. Me acorde que por el mismo precio adquirías en un Marshall unas zapatillas de cuero con suela de goma.
Es que, el comerciante uruguayo le quiere sacar el máximo de ganancia invirtiendo lo menos posible y ahí le erra feo. Yo no pagaría ni en pedo $ 2500 o mas, por un par de zapatillas, así sean Nike o Puma, o tengan cordones de oro.
Si bien hay tiendas caras y exclusivas, según mis pesquisas, el sueldo allá permite armarse un lindo vestuario, porque los precios están marcados por el sentido común y no por la avaricia. Esto te permite vestirte con lo que te gusta y no según otras limitaciones.