24 de julio de 2007
Esta fábula me conmovió tanto ayer como hoy, por eso deseo compartirla con ustedes.
Fábula del místico árabe Sa´di:
Un hombre que paseaba por el bosque vio un zorro que había perdido su patas, por lo que el hombre se preguntaba como podría sobrevivir.
Entonces, vio llega a un tigre que llevaba una presa en su boca. El tigre ya se había hartado y dejó el resto para el zorro.
Al día siguiente, Dios volvió alimentar al zorro por medio del mismo tigre. El Comenzó a maravillarse de la inmensa bondad de Dios y se dijo a sí mismo:
“Voy también yo a quedarme en un rincón, confiado plenamente en el Señor, y este me dará cuanto necesito”.
Así lo hizo durante muchos días; pero no sucedía nada y el pobre hombre estaba casi a las puertas de la muerte cuando oyó una voz que le decía: “¡Oh tu que te hallas en la senda del error, abre tus ojos a la Verdad!¡Sigue el ejemplo del tigre y deja ya de imitar al pobre zorro mutilado!”
Por la calle vi a una niña herida y tiritando de frío dentro de su ligero vistidillo y con pocas perspectivas de conseguir una comida decente. Me encolerice y le dije a Dios: “¿Por qué permites estas cosas?¿Por qué no haces nada para solucionarlo?”
Durante un rato, Dios guardo silencio. Pero aquella noche, de improviso me respondió: Ciertamente que he hecho algo. Te he hecho a ti
Por. Anthony de Mello
Fábula del místico árabe Sa´di:
Un hombre que paseaba por el bosque vio un zorro que había perdido su patas, por lo que el hombre se preguntaba como podría sobrevivir.
Entonces, vio llega a un tigre que llevaba una presa en su boca. El tigre ya se había hartado y dejó el resto para el zorro.
Al día siguiente, Dios volvió alimentar al zorro por medio del mismo tigre. El Comenzó a maravillarse de la inmensa bondad de Dios y se dijo a sí mismo:
“Voy también yo a quedarme en un rincón, confiado plenamente en el Señor, y este me dará cuanto necesito”.
Así lo hizo durante muchos días; pero no sucedía nada y el pobre hombre estaba casi a las puertas de la muerte cuando oyó una voz que le decía: “¡Oh tu que te hallas en la senda del error, abre tus ojos a la Verdad!¡Sigue el ejemplo del tigre y deja ya de imitar al pobre zorro mutilado!”
Por la calle vi a una niña herida y tiritando de frío dentro de su ligero vistidillo y con pocas perspectivas de conseguir una comida decente. Me encolerice y le dije a Dios: “¿Por qué permites estas cosas?¿Por qué no haces nada para solucionarlo?”
Durante un rato, Dios guardo silencio. Pero aquella noche, de improviso me respondió: Ciertamente que he hecho algo. Te he hecho a ti
Por. Anthony de Mello
Fue un dia que alguien me presto un libro del "Tony" que mi armada receta para ser un cristiano perfecto comenzo a resquebrajarse...
1 comentarios:
Ahhh, que bueno, que bueno.
Como somos, eh. ¿Cuántas veces escucho a gente decir lo mismo, "por qué Dios no interviene y le da de comer a los pobres, a los africanos, termina las guerras", etcetc??
Pero el nos hizo a nosotros y nos dio libre albedrío. O sea, cuando nos conviene queremos tener libertad, pero cuando el ser superior nos la da, rezongamos porque aparentemente no interviene.
Gracias Ferchu, como siempre pones luz con tus post.
Publicar un comentario