Ibamos rumbo a Pinamar con Marie, cuando nos suena el celular para invitarnos a escuchar la presentación de Richard Bona, hasta ese momento no tenia ni la más pálida idea de quien pudiera ser, por eso la idea no me atraía demasiado. Así que allí mismo googlé para saber de quien se trataba y me encontré con este excepcional artista:
Richard Bona nació el 28 de octubre de 1967 en Camerún. Viene de familia de músicos su madre, una cantante de hermosa voz y su abuelo un reconocido percusionista, quien le incentivaron el gusto por la música. Con solo cinco años, ya actuaba en la iglesia local, donde deslumbraba a todos con su talento. A los 11 años, usando flautas y guitarras que él mismo se había fabricado con latas de aceite y alambres de bicicleta, logra captar la atención de mas gente por su musica.
En 1980 el dueño de un club local pidió a Bona que formase una banda de jazz para su establecimiento, dándole acceso a su colección de vinilos. Cuando Bona escuchó impresionado el disco de

debut de Jaco Pastorius, decidió cambiar de instrumento principal, adoptando desde entonces como instrumento principal el bajo eléctrico.
Tras la muerte de su padre, Bona emigra a Paris, allí su fama como virtuoso no hacía más que crecer en cada una de sus apariciones en los clubs de jazz locales, junto a músicos de reconocida trayectoria.
A fin de perfeccionar sus habilidades como compositor se inscribe en una escuela de música y crea su banda propia llamada Point Cardinale. Finalmente, el teclista Joe Zawinul, advirtió la presencia del joven bajista en los clubes parisinos y lo fichó para su álbum de 1992 We the people, lo que supuso el estreno discográfico del bajista como acompañante de un nombre de relevancia internacional. En 1995, Bona abandona Paris para establecerse en Nueva York, en cuya jam scene causaría un inmediato y notable impacto; de repente, Richard se encontró trabajando con los mayores nombres de la escena de jazz mundial..
En 1998, Bona grabó el primero de sus cuatro álbumes en solitario, Scenes From My Life, y un año más tarde se embarcaría como corista y percusionista en una gira mundial con Pat Metheny Group, junto a Steve Rodby, el bajista de la banda. En el 2004 Bona forma su propio sexteto fijo con el que ha recorrido los principales festivales de jazz del mundo. Aunque desde entonces el músico se ha focalizado en su proyectos en solitario, aún mantiene una apretada agenda de colaboraciones, además de actuar esporádicamente con Mike Stern, Steps Ahead o la Jaco Pastorius Big Band en distintos locales de Nueva York
Al escuchar a Bona, uno rápidamente se da cuenta de su talento y virtuosidad, es un es un cantante, compositor y multiinstrumentista de jazz y jazz fusion, especializado en el bajo eléctrico, instrumento del que es uno de los máximos exponentes actuales a nivel mundial.
Escucharlo fue un deleite, cada instrumento tiene su lugar en el tema, logrando una armonía única.
Realizo un tema a cuatro voces, gracias al milagro de la tecnología que provoco el delirio en los presentes. Una voz exquisita vale resaltar.
El lenguaje de Bona en su doble vertiente de compositor y músico, refleja sus múltiples y variadas influencias, desde las complejas armonías características del jazz hasta los intrincados poliritmos característicos de las músicas tradicionales africanas, pasando por la importancia de la melodía que se deriva del interés del músico en el pop y el soul. Si valió la pena ver la tercera presentación de este ARTISTA de gran nivel en nuestro teatro Solís, uno de sus teatros favoritos según Bona.