1 de abril de 2008
La noticia me cayo como un balde de agua fría, desde el otro lado del teléfono con la voz entrecortada, mi padre me comunicaba que Hugo el mayor de mis primos había abandonado este mundo.
La pena y la perplejidad invadieron mi ser, no lo podía creer, si hasta la semana pasada estaba bien, fuerte como un toro, trabajando duro en su gomería. Su corazón no quiso latir más y se desplegaron las alas de su alma para volar al cielo, a reunirse con su padre y su hermano.
En la primera persona que pensé, fue en mi tía Nelly, la vida la dejo prácticamente sola, otra vez revivir la dolorosa perdida de un hijo. Sobretodo cuando ella, en los últimos tiempos dependía de él.
Eso me causo mucha angustia. Mire al cielo, reclamándole al Barbudo “¿Qué hiciste?”. El silencio fue su respuesta... “Si ya sé Señor, ya entenderé” Le conteste con cierta resignación.
Entre silencioso adonde Hugo yacía durmiendo el sueño eterno y antes de despedirme, abrí el libro de mi vida y empecé a leer aquellos pasajes en donde Hugo aparecía nuevamente para hacerme un chiste, compartir un comentario, una verdad, un consejo y le agradecí por haber compartido esos momentos.
Nunca olvidaré la gesticulación de su rostro cuando quería reafirmar o convencerte de algo que te estaba diciendo, no sabías si reírte o seguir escuchándolo seriamente.
Recuerdo los cumpleaños cuando los primos mayores se reunían a comentar sus cosas, me parece verlo contar sus aventuras amorosas de adolescente u otras anécdotas que siendo yo un niño, escuchaba maravillado esperando pegar el estirón para ser como ellos.
Seguro que el cielo esta en llantas...por eso Dios te mando a llamar...
La pena y la perplejidad invadieron mi ser, no lo podía creer, si hasta la semana pasada estaba bien, fuerte como un toro, trabajando duro en su gomería. Su corazón no quiso latir más y se desplegaron las alas de su alma para volar al cielo, a reunirse con su padre y su hermano.
En la primera persona que pensé, fue en mi tía Nelly, la vida la dejo prácticamente sola, otra vez revivir la dolorosa perdida de un hijo. Sobretodo cuando ella, en los últimos tiempos dependía de él.
Eso me causo mucha angustia. Mire al cielo, reclamándole al Barbudo “¿Qué hiciste?”. El silencio fue su respuesta... “Si ya sé Señor, ya entenderé” Le conteste con cierta resignación.
Entre silencioso adonde Hugo yacía durmiendo el sueño eterno y antes de despedirme, abrí el libro de mi vida y empecé a leer aquellos pasajes en donde Hugo aparecía nuevamente para hacerme un chiste, compartir un comentario, una verdad, un consejo y le agradecí por haber compartido esos momentos.
Nunca olvidaré la gesticulación de su rostro cuando quería reafirmar o convencerte de algo que te estaba diciendo, no sabías si reírte o seguir escuchándolo seriamente.
Recuerdo los cumpleaños cuando los primos mayores se reunían a comentar sus cosas, me parece verlo contar sus aventuras amorosas de adolescente u otras anécdotas que siendo yo un niño, escuchaba maravillado esperando pegar el estirón para ser como ellos.
Seguro que el cielo esta en llantas...por eso Dios te mando a llamar...
Buen viaje primo.
3 comentarios:
Se llenó de lágrimas mi corazón al leer esto ....
Quizás no viene al caso ... osi, no se; pero al leer recordé a mi prima Teresita, una de mis primas mayores que hace unos años se fue también, único primo que se me ha ido.
Ayer te saludé, lo vuelvo aa hacer aqui.
Muy interesante tu web y la Atipica es una excelente propuesta de Tango
Musica y Danza Uruguaya
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links
www.legazcue.com
http://tangomundial2008.blogspot.com
Lo siento mucho Fer, siento la muerte de tu primo...
Un fuerte abrazo...
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