27 de julio de 2010
Su nombre es en honor a la balsa Kon-Tiki, que navegó en 1947 las aguas del Pacífico tripulada por el explorador Thor Heyerdahl.
Otro cometido del Plastiki es la de encontrar formas de reutilizar plásticos, ya que según estudios el 60% al 80% de la contaminación del mar está causada por los plásticos.
Según sus tripulantes, el momento mas peligroso de esta expedición fue la travesía de esa “isla” viscosa de plástico (dos veces mayor del tamaño de España) que ha ido tomando cuerpo en el Pacífico, entre las costas de Hawai y de California, de donde partió precisamente el 'Plastiki' a finales de marzo.
"Hemos querido llamar la atención sobre esa plaga a la que todos contribuimos y que está estrangulando nuestros océanos", ha declarado, David De Rothschild, líder de la expedición.
Y agregó: “El 'Plastiki' será a partir de ahora el símbolo de la lucha contra la cultura del usar y tirar... Tenemos que cambiar nuestros hábitos: no podemos seguir siendo verdugos y víctimas de la muerte de nuestros mares".
Anuncia que se rodará un documental de la odisea del 'Plastiki', bajo los auspicios de la National Geographic, donde se revivirá hasta los momentos más dramáticos de la travesía (las tormentas del mar de Tasmania que casi hacen zozobrar el catamarán) y el viaje a la escurridiza 'isla de plástico' del Pacífico, que es más bien un 'mar de los sargazos' de residuos humanos.
En el 'Plastiki', junto a David De Rothschild, viajaron cinco tripulantes de excepción. Entre ellos, Olav Heyerdahl y Josian Heyerdahl nietos del explorador noruego Thor Heyerdahl, que en 1947 fletó el mítico Kon-Tiki rumbo a la Polinesia. Al timón estuvo la capitana británica Jo Royle, curtida en los mares del sur y asistida por David Thompson, uno de los mayores expertos mundiales en navegación en catamarán.
El catamarán, con su iglú geodésico construido también con plástico reciclado, ha dejado su imborrable estela en una veintena larga de puertos a lo largo del azaroso trayecto. El barco cuenta con un sistema de reciclaje natural de aguas grises y negras.
La cubierta fue diseñada para aprovechar la máximo el agua de lluvia y abastecer a la tripulación, que también pudo comer ocasionalmente los vegetales cultivados en cubierta con un sistema de acuaponía. El catamarán iba equipado con paneles solares y con una bicicleta para generar 'poder humano'. Su poderoso velamen estaba también fabricado con tejidos reciclados.
La travesía de 11000 ha hecho estragos en el casco y en la cubierta, pero el catamarán ha superado todas las previsiones y llega a Australia en perfecto estado de navegación. Los vientos casi huracanados obligaron, eso sí, a alterar la ruta y a tocar por primera vez la costa australiana a la altura de Mooloolaba el 19 de julio. El lunes, en Sydney, los chicos del 'Plastiki' serán recibidos como auténticos ecohéroes del siglo XXI.
Una buena idea para concienciarnos y ponernos las barbas en remojo para cuidar este mundo, que es el único que tenemos.
Información basada en el diario Mundo.es digital del 27/07/2010.
4 comentarios:
VAMO VAMO EL PLASTIKI; VAMO VAMO A GANAR!!!
Es muy interesante este post, Ferchu.
La existencia de esa "isla" de desechos es un hecho del que se habla poco y se hace menos.
Si este viaje sirve para crear conciencia sobre los desperdicios y el daño al medio ambiente, bárbaro!!!
Se me quedó para atrás este post, perdón.
La verdad que una iniciativa muy creativa y concientizante.
Como lo han sido esas casa, también hechas con botellas (el Pelado informó sobre eso), estas iniciativas son buenas.
Pero ojalá no se queden en algo pintoresco, algo que nos parece lindo y aplaudimos a los que lo hacen y listo; luego nos damos vuelta y volvemos a la de siempre.
Excelente post Ferchu
qué interesante esto, sobretodo porque aguantó un viaje tan largo cuando parece un material tan liviano...
Publicar un comentario