23 de julio de 2011
Desde hace tiempo, como un moscardón que giraba alrededor mío, estaba la idea de escribir este post sobre Columbo, una de las pocas series policiales que apelaba al ingenio y a la perspicacia, más que a los balazos y las piñas.
Investigando por aquí y por allá me desayune que Bert Freed y Thomas Mitchell encarnaron a Columbo, antes de Peter Falk se adueñara definitivamente del personaje.
La serie salió al aire en forma interrumpida desde 1971 a 1978 y luego de un paréntesis de casi diez años, retorno en 1989 hasta 2003.
Al contrario de la mayoría de las series policiales, se sabía desde un principio quien era el asesino cuyo crimen parecía perfecto, la cuestión era entonces, buscar las pruebas para atrapar al criminal. Entonces aparecía Columbo bajando de su destartalado Peugeot 403, a veces acompañado de un pachorriento basset como él, al que llamaba “perro” lisa y llanamente.
Este peculiar teniente del departamento de homicidios de Los Ángeles, no encajaba con el modelo de detective. Se apersonaba ante los sospechosos con su gabardina vieja y sucia, mas despistado que sordo en tiroteo, olvidadizo que hacia que el villano bajara la guardia y no lo tomara en cuenta como un rival de temer, caro error, porque Columbo siempre lograba atar los cabos sueltos y dar con el culpable. De tonto la cara nomás.
Como personaje secundario que nunca aparecía, estaba su esposa que siempre hacia alusión en sus conversaciones. Incluso se quiso hacer una serie, protagonizada por Kate Mulgrew (la Capitán Janeway de Star Trek, Voyager), que no tuvo andamiento.
Columbo nunca tuvo necesidad de recurrir a la violencia, solo con su capacidad detallista para ver lo que otros pasaban por alto iba encontrando las pistas para solucionar cada crimen que le tocaba resolver.
Me acuerdo que después de los deberes y de corretear por las calles de mi querido Jacinto Vera, reunirnos en familia todas las noches de invierno frente aquel televisor Emerson a válvulas, blanco y negro para ver a este gran personaje triunfar sobre el crimen sin disparar un solo tiro, tan solo usando la cabeza. Una de las mejores series policiales sin dudas.
2 comentarios:
Qué lindos recuerdos.
Esta serie me gustaba mucho, sobre todo por la forma de ser del personaje (no dabas un cobre por el tipo, pero siempre tenía un as en la manga!!!!).
Lindo post.
No recuerdo otros Columbos más que Peter Falk.
Imposible que otro actor lo hiciera tan bien como ese tipo.
Saludos.
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